NUESTRAS 16 DOCTRINAS
NUESTRAS 16 DOCTRINAS
1. LA BIBLIA ES INSPIRADA
Las escrituras de toda la Biblia son verbalmente inspiradas por Dios. No solamente las ideas fueron inspiradas; aun las palabras usadas fueron inspiradas, pues los escritores originales fueron movidos por Dios a escribir lo que Él quería que ellos digieran. Por tanto, creemos que: (1) las escrituras son la revelación que Dios ha dado de sí mismo a la humanidad, (2) son infalibles (nunca se equivocan), y (3) son la guía divinamente autorizada de nuestra fe, creencia, y manera de vivir (2 Timoteo 3:15-17; 1 Tesalonicenses 2:13; 2 Pedro 1:21).
2. EL ÚNICO DIOS VERDADERO
3. EL SEÑOR JESUCRISTO ES PLENAMENTE DIOS
El Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, siempre ha existido. El tampoco tiene principio ni fin (Apocalipsis 1:8). Para completar su misión de sacrificio terrenal, se hizo hombre al nacer de una virgen, concebido por el Espíritu Santo (Mateo 1:23; Lucas 1:31, 35).
Vivió una vida perfecta, absolutamente sin pecado (Hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22). Mientras estuvo en la tierra obro muchos milagros por medio de la unción del Espíritu Santo (Hechos 2:22, 10:38). Para restaurar a la humanidad caída, murió en la Cruz como sustitutos por los pecados de cada persona (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21). Fue levantado de los muertos por el poder sobrenatural de Dios (Mateo28:6; Lucas 24:39; 1 Corintios 6:14, 15:4). Desde su resurrección, ha sido exaltado (honrado), y está sentado a la mano derecha de Dios (Hechos 1:9, 11, 2:33; Filipenses 2:9-11; Hebreos 1:3).
4. LA CAÍDA DEL HOMBRE
5. LA SALVACIÓN DEL HOMBRE (*una de las cuatro doctrinas cardinales).
6. LAS ORDENANZAS DE LA IGLESIA
Las Asambleas de Dios deciden llamar bautismo y la Santa Cena ordenanzas, por son prácticas religiosas ordenadas o establecidas por Jesús mismo. Al cumplir estos deberes espirituales, se recuerda a los cristianos una obra importante que ya tuvo lugar en el corazón del creyente.
7. EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO (*una de las cuatro doctrinas cardinales).
8. LA EVIDENCIA FÍSICA INICIAL DEL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU SANTO
Esta forma de hablar en lenguas es básicamente la misma que el don de lenguas (1Corintios 12:4-10, 28). La diferencia está en el propósito y el uso. (La manifestación de las lenguas puede ser observada en la vida personal de oración de todo creyente lleno del Espíritu. Sin embargo, el don de lenguas (a veces llamado “mensaje en lenguas”) opera públicamente, por lo general en ambientes de adoración congregacional. Este don es seguido por el don de interpretación de lenguas. Ambos son dados a individuos dentro de la iglesia. Su propósito es el beneficio espiritual del individuo y de la congregación).
9. LA SANTIFICACIÓN
La santificación es el acto de separarnos del mal e identificarnos con las cosas buenas, rectas, y moralmente puras. Es un proceso que sucede cuando los cristianos se entregan a Dios (Romanos 12:1, 2; 1 Tesalonicenses 5:23; Hebreos 13:12).
10. LA IGLESIA Y SU MISIÓN
La iglesia, es descrita en la Biblia, consiste en todas las personas que han puesto su fe en Jesucristo como único remedio para sus pecados. La Iglesia incluye a todos los cristianos sin límites de edad, raza, sexo, o denominación. Es el cuerpo de Cristo, la morada de Dios por medio del Espíritu Santo. Cristo es la cabeza de la Iglesia. Ha dado toda provisión para el cumplimiento de la gran comisión de la “Iglesia” (Mateo 28:19; Marcos 16:15). Cada cristiano es parte integral de esa Iglesia. Los nombres de todos los
verdaderos creyentes están inscritos en el cielo (Efesios 1:22, 23, 2:2; Hebreos 12:23).
El propósito de Dios con relación a la humanidad es (1) buscar y salvar a los que están perdidos en el pecado (Lucas 19:10), (2) ser adorado por toda la humanidad (Apocalipsis 19:10, 22:9), y (3) identificar un cuerpo unificado de creyentes maduros en la Fe y en el conocimiento semejante a su hijo Jesús (Efesios 4:12).
11. EL MINISTERIO
La participación en el ministerio en respuesta a un llamado divino es un mandato bíblico. Así lo ha dispuesto nuestro Señor con el triple propósito de dirigir a la iglesia en: (1) la evangelización del mundo (Marcos 16:15-20), (2) La Adoración a Dios (Juan 4:23, 24), y (3) La edificación del cuerpo de Cristianos para que lleven una vida como la de Cristo (Efesios 4:11, 16).
12. SANIDAD DIVINA (*una de las cuatro doctrinas cardinales)
13. LA ESPERANZA BIENAVENTURADA (* una de las cuatro doctrinas cardinales).
Todos los cristianos que han fallecido un día se levantarán de sus tumbas y se reunirán con el Señor en el aire. Los cristianos que no hayan muerto serán arrebatados junto con aquellos para estar con el Señor. Entonces los cristianos de todas las edades vivirán para siempre con el Señor. La verdad bíblica del inminente regreso del Señor es “la esperanza bienaventurada” (Romanos 8:23; 1 Corintios 15:51, 52; 1 Tesalonicenses 4:16, 17; Tito 2:13).
14. EL REINO MILENARIO DE CRISTO
La Segunda Venida de Cristo incluye el rapto de todos los cristianos lo cual es nuestra esperanza bienaventurada, y el regreso visible de Cristo con sus santos para reinar en la tierra durante mil años (Zacarías 14:5; Mateo 24:27, 30; Apocalipsis 1:7, 19:11-14, 20:1-6). Este reino milenario (mil años) traerá la salvación de Israel como nación (Ezequiel 37:21, 22; Sofonías 3:19, 20; Romanos 11:26, 27) y el establecimiento de la Paz universal (Salmos 72:3-8; Isaías 11:6-9; Miqueas 4:3, 4).
15. JUICIO FINAL
Habrá un juicio final en el cual los que murieron en pecado-los que han muerto sin aceptar la salvación de Cristo-serán resucitados y juzgados según la forma en que vivieron. Todo aquel cuyo nombre no se encuentre en el libro de la vida (el registro escrito de las personas que recibieron el perdón de Cristo), junto con el diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta, serán condenados a recibir un castigo eterno en el lago que arde con fuego y azufre, lo cual constituye la segunda muerte (Mateo 25:46; Marcos 9:43-48; Apocalipsis 19:20, 20:11-15, 21:8).
16. CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA
“Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2 Pedro 3:13; Apocalipsis 21:22).